La ADULTERA / Poema sobre Juan 8:1-11
En las calles de Jerusalén
oculta entre las sombras
se escondía una mujer
de la que todos se asombran.
Sorprendida en adulterio
en medio de cuchicheos
aquellos escribas y fariseos
la acusaron en el presbiterio.
Adúltera, mujer adúltera
sin ninguna delicadeza
fue maltratada con vileza
por los malvados profetas.
Fue expuesta y descubierta
sus motivos desconciertan
fue acusada y humillada
la pecadora fue presentada.
JESÚS, Maestro esta mujer
fue sorprendida en el pecado
del adulterio y va a corromper
a todas las santas de Jerusalén.
Nuestra ley santa y perfecta
indica que a las adúlteras
con piedras debemos matar
por el pacto de Dios traspasar.
JESÚS inclinado en el suelo
no se inmutaba ni los miraba
y solo escribía con su dedo
un bello mensaje para el cielo.
Ante demasiada insistencia
Jesús impone su presencia
entonces se levanta y lanza
su Palabra perfecta y santa.
El que de vosotros esté
sin pecado sea el primero
en arrojar la piedra contra
ella, le dijo a los fariseos.
Acusados por su conciencia
vil, inmunda y deshonesta
iban saliendo uno por uno
sin lanzar una sola piedra.
Jesús y la mujer adúltera
quedaron solos en cartelera
Jesús el Señor no la juzgó
pero tampoco la condenó.
Jesús con sus lazos de amor
la cubrió y sus faltas escuchó
y con sus cuerdas de amor
Jesús la perdonó y liberó.
Solo le hizo una petición
Jesús le puso una condición
para entrar en mi reposo
NO PEQUES MÁS y vive con gozo.
Derechos de Autora © Liliana Quiñonez M.
Prohibida la reproducción parcial o total
Te amo JESÚS
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